¿Cómo trabaja un osteópata con un bebé?

Para empezar el osteópata busca la comunicación con el niño, y no solo con las manos, sino con todos los sentidos. Lo primero es la comunicación. La mirada, la voz,  … etc.

 

 

Cuando se dispone a tocar para ver el estado del niño, a menudo se empieza por el sacro, ya que muchas veces tocar el cráneo al niño enseguida provoca el llanto y el rechazo del niño. por tanto , la exploración , a menudo, empieza en la pelvis del niño, en sus iliacos y sacro.

 

¿Y qué busca, explora y encuentra el osteópata?

Cuando el osteópata comienza a buscar en el cuepro de nuestro niño, a menudo se concentra, cierra los ojos, su manos parece que no hacen nada, sus técnicas son tan sutiles!!! , casi no mueve las manos y eso de verlo con los ojos cerrados, casi sin mover las manos nos hace pensar si está haciendo algo raro a nuestro niño … y no no!!!… no esta haciendo cosas raras!!!, … su atención esta centrada en busca de las zonas del cuerpo del bebé donde la movilidad está impedida en mayor o menor grado ,  una movilidad que puede ser milimétrica y que puede carecer de poca importancia, pero son esas pequeñas cosas, las que son de gran interés para el osteópata, bien sea de un tejido, de una articulación, de un músculo, de un hueso, un órgano …. etc, . Su tacto, sensibilidad, sus conocimientos de la anatomía y funcionamiento del cuerpo, y por qué no, su intuición sus principales herramientas para comunicarse con él . Todo esto siempre tiene un objetivo principal, localizar esas zonas donde la circulación sanguínea y nerviosa está impedida en mayor o menor grado.  El osteópata con sus manos no busca grandes lesiones, ni enfermedades, ni hacer un diagnóstico de alguna patología, eso puede a veces intuirse, pero a menudo es el médico quien se encarga de todo esto y le pone el «nombre». Al osteópata no le interesan solo los «nombres», sino sobretodo buscar y encontrar las zonas impedidas en su movimiento equilibrado y natural. Porque es esta falta de movilidad lo que impedirá que la sangre y los nervios hagan su trabajo. Y provocará tarde o temprano la enfermedad.

 

Tras la comunicación inicial, el osteópata se interesa por el cráneo del niño… ¿el cráneo?… ¿Y por qué el cráneo?

Si, si… esto solo lo sabe el osteópata y unos pocos más… «!!!!los huesos del cráneo se mueven!!!!!!»… y los del bebé muuucho más que los nuestros. Gracias al Dr. Sutherland, de quien podeis leer más cositas en este blog, sabemos que los huesos del cráneo(occipital, esfenoides, temporales…) se mueven para asegurar lo siempre interesa al osteópata, una buena circulación de líquidos y de las informaciones dentro de la bóveda craneal ,y consecuentemente en el sistema nervioso. Si esta movilidad es la adecuada, tendremos un sistema nervioso central que puede trabajar con libertad, y así ser una fuente de salud para el niño. Por tanto, examinamos el cráneo, buscamos informaciones respectivas al movimiento, a la calidad del tejido , a la relación interarticular de las diferentes partes del cráneo..etc.

 

Una zona que a menudo es examinada por el osteópata es el OCCIPITAL (la nuca), Pues se sabe que consta de varias partes a la hora de nacer (porción basilar, condilares y escama), y que entre ellas salen muchos nervios y vasos sanguíneos que son responsables de la salida y entrada en el cráneo de cantidad de informaciones que van y vienen del resto del cuerpo. Además, el occipital es un hueso importantísimo para la movilidad global del cráneo. Es el «jefe de la orquesta» formada por los huesos del cráneo.

 

Hasta aquí llegan los puntos básicos. A partir de aquí, el cuerpo nos lleva de un lado a otro. Podemos ir a su pelvis, podemos ir a su hígado, a sus vísceras, costillas, columna vertebral…etc. Cualquier zona es susceptible de ser tocada y tratada de ser necesario. Recordar que la osteopatía es una medicina global que considera que todas las partes del cuerpo están relacionadas entre sí. Repercutiéndose unas a otras. La terapia sacrocraneal no es esto, el osteópata examina y trata el conjunto del cuerpo, no solo usa una técnica.

 

Todo esto no es un masaje, ni una técnica aislada para tratar el cráneo y demás. Son técnicas aplicadas bajo un concepto y entendimiento del funcionamiento del cuerpo cuyo objetivo es devolver la movilidad natural al cuerpo. Solo si la sangre llega y viene, solo si los nervios envían y recogen informaciones, es entonces cuando podemos decir que tenemos salud.

ahhhh!!!!, y se me olvidaba…. y por supuesto, recordar, que entre otras cosas, muchas veces el niño llorará, y llorará cuando está con el osteópata,  y no será porque le aprieta o le hace daño, el tacto del osteópata ya esta bien educado para eso, sino porque sabe que algo se mueve en su cuerpo, su inteligencia natural sale por sí sola,  es una forma más de comunicarse del niño, un lloro no siempre es signo de que alvo va mal. es un signo de comunicación… y por qué no, de que hay vida… mucha vida en ese cuerpo, solo hay que dejar que se manifieste para que haya salud.